miércoles, 27 de febrero de 2013

La Pareidolia



La pareidolia es un fenómeno psicológico, perceptivo, no necesariamente patológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio, habitualmente una imagen es percibida erróneamente como una forma reconocible. Sólo aparecen cuando nuestro cerebro lo compara con algún pre concepto que tengamos en mente, o con algún recuerdo. Utilizado en la exploración psicológica.

Los humanos somos algo imperfectos, nos cuesta mucho ver formas aleatorias, o escuchar cosas en otros idiomas sin buscarle un significado, algo para que nuestro cerebro lo reconozca.

Donde tan solo hay una mancha, una sombra, una rugosidad nosotros vemos formas, rostros y todo aquello donde nuestra imaginación llegue. Tendemos  asociar la imagen o sonido con algo. Esto puede explicar muchas cosas.

El ser humano de todas las épocas ha buscado confirmación de la presencia divina y muchas veces la encuentra a través de estos fenómenos naturales.

Donde no hay orden nuestra mente lo instala, ya que nuestro cerebro siempre está buscando clasificar y ordenar. Y es que cuando percibimos algo, no sólo lo hacemos objetivamente a través de los ojos, oídos, de esta forma, inconscientemente estamos creando patrones que nos permitan identificar aquello que observamos y darles un sentido.

Ejemplos de la pareidolia son: 
Cara de Marte, la hacen parecer un rostro humano.
Ver animales o rostros en la forma de las nubes.     
Visión de rostros en las cimas de algunos cerros rocosos 
Visión de rostros en la parte delantera o trasera de un vehículo. 
Imágenes de rostros en aparatos, edificios, etc.  
Visión de personas o siluetas en el pavimento.  
Audición de mensajes reconocibles en grabaciones en idiomas desconocidos o reproducidas al revés.  
Numerosas figuras religiosas o simplemente humanoides por ejemplo en la luna. 
Imágenes religiosas en objetos cotidianos (árboles, piedras, etc.).   

El término pareidolia, actualmente en desuso, es el que mejor designa las alteraciones perceptivas en las que, a partir de un campo real de percepción escasamente estructurado, el individuo cree percibir algo distinto, mezclando lo percibido con lo fantaseado. En este sentido es una forma de ilusión o percepción engañosa que se diferencia claramente de las alucinaciones, seudoalucinaciones, alucinosis o metamorfopcias (Trastorno visual en el que los objetos aparecen con una forma o un tamaño distintos al que tienen en realidad).

La capacidad de percibir formas y expresiones concretas a partir de estímulos ambiguos nos juega a veces malas pasadas y nos hace ver y escuchar cosas que no existen. ¿Pero por qué nuestro cerebro busca y encuentra algo donde no lo hay?

martes, 19 de febrero de 2013

Síndrome de Asperger




El Síndrome de Asperger se caracteriza por una alteración grave de la interacción social y por patrones de comportamiento restrictivos y repetitivos, pero con conservación del desarrollo del lenguaje y del cognoscitivo y de las habilidades de autonomía, comportamientos adaptativos ni curiosidad en la infancia. A menudo se considera una forma de autismo de alto funcionamiento.

Características del niño con Síndrome de Asperger:

El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás niños o adultos y, en ocasiones, presentan comportamientos inadecuados. Además, su lenguaje normalmente sólo se ve alterado cuando es utilizada con fines comunicativos.

Suelen fijar su atención hacia un tema concreto, de manera obsesiva muchas veces, por lo que no es extraño que aprendan a leer por sí solos a una edad muy precoz, si ese es el área de su atención. Un niño con este síndrome también se encontrará afectado, de manera variable, en sus conexiones y habilidades sociales, y en el comportamiento con rasgos repetitivos y una limitada gama de intereses.

Presentarán muchos hechos acerca del asunto de su interés, pero parecerá que no hay ningún punto o conclusión. Con frecuencia, no reconocen que la otra persona ha perdido interés en el tema. Las áreas de interés pueden ser bastante limitadas, como una obsesión con los horarios de los micros, números telefónicos, o coleccionar objetos.

Tienen una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales, y no suelen transformarlas en su propio beneficio. La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales. A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros y poseen increíbles valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.

Los niños con el síndrome de Asperger pueden mostrar retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos inusuales como:
Incapacidad para montar en bicicleta, patear una pelota o participar en un equipo deportivo.
Torpeza al caminar o realizar otras actividades.
Comportamientos repetitivos en los cuales algunas veces se lesionan.
Aleteo repetitivo con los dedos, contorsionarse o movimientos de todo el cuerpo.

Síntomas generales
Las personas con Síndrome de Asperger se vuelven demasiado concentradas u obsesionadas con un solo objeto o tema, ignorando todos los otros. Quieren saber todo sobre este tema y, con frecuencia, hablan poco de otra cosa. No se aíslan del mundo como las personas con autismo. Con frecuencia se acercarán a otras personas. Sin embargo, sus problemas con el habla y el lenguaje en un escenario social a menudo llevan al aislamiento.

Su lenguaje corporal puede ser nulo.
Pueden hablar en un tono monótono y pueden no reaccionar a los comentarios o emociones de otras personas.
Pueden no entender el sarcasmo o el humor, o pueden tomar una metáfora literalmente.
No reconocen la necesidad de cambiar el volumen de su voz en escenarios diferentes.
Tienen problemas con el contacto visual, las expresiones faciales, las posturas del cuerpo o los gestos (comunicación no verbal).
Pueden ser estigmatizados por otros niños como raros o extraños.

Las personas con el síndrome de Asperger tienen problemas para formar relaciones con niños de su misma edad u otros adultos, debido a que:
Son incapaces de responder emocionalmente en interacciones sociales normales.
No son flexibles respecto a rutinas o rituales.
Tienen dificultad para mostrar, traer o señalar objetos de interés a otras personas.
No expresan placer por la felicidad de otras personas.

Trastornos asociados
La mayoría de los afectados son de inteligencia normal, pero suelen ser marcadamente torpes desde el punto de vista motor.

Prevalencia
Se considera que el Síndrome de Asperger afecta de 3 a 7 por cada 1000 niños, entre 7 y 16 años de edad. Las cifras no son exactas, pero se reconoce que es un trastorno que afecta más frecuentemente a los niños que a las niñas.

Patrón Familiar
Existe un componente genético relacionado con uno de los padres. Con cierta frecuencia es el padre el que presenta un cuadro de síndrome de Asperger. En ocasiones, hay una clara historia de autismo en parientes próximos. El cuadro clínico que se presenta está influenciado por muchos factores, incluido el factor genético, pero en la mayoría de los casos no hay una causa única identificable.

Diagnóstico
La distinción con el Trastorno Autista se establece porque en el de Asperger se mantiene normal el desarrollo del lenguaje. Se diferencia del Trastorno de Rett por el patrón sexual de éste, el inicio y el patrón de déficit. La discriminación con el Trastorno Desintegrativo Infantil se realiza por el desarrollo normal del lenguaje y las habilidades adaptativas. En el Trastorno Obsesivo  Compulsivo la alteración de la interacción social es diferente y el patrón de intereses restrictivos y repetitivos es más acusado en el Trastorno Asperger. El Trastorno Esquizoide de la Personalidad presenta una menor afectación de la Interacción social y de los comportamientos repetitivos e intereses restrictivo que el Trastorno Asperger.

No hay un examen estandarizado (usado y aceptado por casi todos) empleado para diagnosticar el síndrome de Asperger.

La mayoría de los médicos busca un grupo básico de comportamientos que les ayude a diagnosticar el síndrome de Asperger.

Contacto ocular anormal
Retraimiento
No darse vuelta al ser llamado por el nombre
Incapacidad para usar gestos para apuntar o mostrar
Falta de juego interactivo
Falta de interés en los compañeros

Los síntomas pueden ser notorios en los primeros meses de vida. Los problemas deben ser obvios hacia la edad de 3 años.

Se hacen exámenes físicos, emocionales y cognitivos para descartar otras causas y buscar signos de este síndrome con mayor cuidado. El equipo de profesionales que tratara a un niño con estos síntomas: un psicólogo, neurólogo, psiquiatra, logopeda y otros profesionales expertos en el diagnóstico de niños con el síndrome de Asperger.

Tratamiento
No existe ningún tratamiento único que sea el mejor para todos los niños con el síndrome de Asperger. La mayoría de los expertos aconsejan que cuanto más temprano se inicie el tratamiento, más posibilidades tiene el paciente.

Los programas para los niños con síndrome de Asperger enseñan habilidades basándose en una serie de pasos simples y empleando actividades altamente estructuradas. Las tareas o puntos importantes se repiten con el tiempo para ayudar a reforzar ciertos comportamientos.

Los tipos de programas pueden abarcar:
Terapia cognitiva o psicoterapia para ayudar a los niños a manejar sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones.
Capacitación para los padres con el fin de enseñarles técnicas que pueden usarse en casa.
Fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las destrezas motoras y los problemas sensoriales.
Entrenamiento en contactos sociales, que con frecuencia se enseña en un grupo.
Logopedia y terapia del lenguaje para ayudar con la habilidad de la conversación cotidiana.

Los medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), los antipsicóticos y los estimulantes se pueden usar para tratar problemas como ansiedad, depresión y agresión.

Con tratamiento, muchos niños y sus familias pueden aprender a enfrentar los problemas del síndrome de Asperger. La interacción social y las relaciones personales todavía pueden ser un problema. Sin embargo, muchos adultos se desempeñan con éxito en trabajos tradicionales y pueden tener una vida independiente, si tienen el tipo de apoyo apropiado disponible.

viernes, 15 de febrero de 2013

Dependencia Emocional



La dependencia emocional se produce cuando una persona siente y cree que no puede vivir sin otra, y deja en manos de su pareja,  la toma de decisiones de prácticamente todas las áreas de su vida.

Además, busca agradar excesivamente, haciendo cualquier cosa por obtener la aprobación de los demás, esto incluye, soportar humillaciones y malos tratos.

El origen suele ser la falta de aprobación (¡haces todo mal!), de amor (si no haces eso no te querré más) o de valoración (¡mis hijos sólo puede obtener notas perfectas en la escuela!) cuando éramos pequeños, lo que genera adultos sumisos, dependientes y demasiado complacientes. Por lo general, una persona criada de este modo busca a alguien que le repita el mismo patrón con el que creció, es lo que tuvo en su hogar.

Hay ciertas características que suelen presentarse en las personas que sufren este tipo de dependencia:
Temor desmedido a la soledad, que hace que en caso de una ruptura, enseguida se busque otra pareja con características similares.

La necesidad imperiosa de aprobación y de afecto, a cualquier costo. Sólo se sienten validados si agradan y hacen felices a otros, aún a costa de sus propios deseos y necesidades.

Se sienten responsables (o culpables) por la felicidad (o la falta de ella) de quienes les rodean.

No pueden tolerar el rechazo, por eso no dicen lo que realmente piensan, e incluso hacen cosas contrarias a sus creencias para no ofender a nadie. Precisan la opinión positiva de otros para lograr su propia autoestima.

Creen que la sumisión evita el abandono.

Lógicamente, como en toda interrelación entre personas, las dos partes tienen su responsabilidad. Quien depende, espera de algún modo que el otro le solucione conflictos intrapersonales (internos) irresueltos, que cubra todas sus carencias, la mayoría, emocionales y de larga data, tal vez incluso que cambie y deje esa manera de ser tan poco demostrativo, egocéntrico, irrespetuoso, infiel por ejemplo.

El dependiente relega sus necesidades a un segundo plano, lo que secretamente resiente. Suelen agobiar a sus parejas con demandas de atención desmedida, al punto de hacer escenas de celos o de invadir su privacidad.

Quienes generan dependencia en su pareja también tienen su grado de responsabilidad. Quieren tener gente al lado que baile al compás de su música (descartando o menospreciando la ajena), buscan tener el control sobre la otra persona (serán más o menos permisivos, pero no darán libertad de acción). Suelen ser manipuladores y narcisistas, y tener un ego exacerbado.

Si dejas que otra persona maneje tu vida, y sientes que relegas tus necesidades en función de los demás, sistemáticamente, sin darte tu lugar, probablemente formes parte de una relación de dependencia emocional. Una cosa es pedir ayuda y aceptarla cuando la necesitamos, otra es no poder tomar decisiones importantes de manera personal, estar pendiente de qué decimos o hacemos para no enojar al otro, pensar que sin esa persona nuestra vida no tendría sentido.

Compartir la vida en un terreno de igualdad es hermoso, someter o ser sometido, una tortura que implica infelicidad asegurada. Para salir de una relación como la que describí, es esencial que la persona quiera realmente modificar esta realidad, asuma los riesgos que eso puede implicar (cambios en su relación de pareja actual, que pueden culminar en una ruptura), sepa que existe y es bien posible acceder a la felicidad emocional, que mucha gente ha dejado esta manera de ser atrás, e iniciar un tratamiento con un profesional responsable. Tu equilibrio es valioso.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Caminar descalzos



Un alivio para nuestra salud

Por descarga estática del organismo.
Así es, aunque muchos no se hallan detenido a pensarlo, somos en realidad un circuito eléctrico biológico, y como todo circuito podemos sobre cargarnos en determinadas circunstancias, tanto por combustión interna como por energías externas artificiales o no.

El calzado es un gran invento de la civilización que pretende darnos protección del ambiente que nos rodea, pero también puede generarnos una sobre carga estática o energía remanente, proveniente de nuestros circuitos biológicos, por obstruir la famosa descarga a tierra, de los circuitos eléctricos artificiales.

¿Cual es, en nuestro caso, la descarga a tierra?
Caminar descalzo, es lo que nos permite eliminar esas remanencias energéticas, que desestabilizan nuestra salud, el contacto directo con la tierra y mucho mejor sobre el pasto húmedo, nos lleva a la auto regulación sistémica.
Los beneficios de esta interacción natural son en dolencias como:

* dolores de cabeza
* estreñimiento
* desinflamación a nivel renal y genital
* circulatorio, ej; varices.
* Disminución Estrés
* respiratorio, asma
* problemas abdominales (de origen nervioso)
* eliminación de toxinas

La técnica es muy simple y prácticamente ya está explicada, lo ideal es hacerlo todas las mañanas de ser posible sobre pasto mojada para mejor conducción, por un lapso de 10 a 15 minutos y antes de desayunar, para luego ducharse con agua tibia preferentemente.

Las reacciones a esperar dependen de cada organismo, pero por lo general es una eliminación de toxinas por estimulación natural de las funciones biológicas.
De estos beneficios se deduce que este tipo de estimulación produce una elevación de las defensas orgánicas.

Es aconsejable el uso de sandalias, para que los pies queden expuestos por más tiempo al entorno, lo que va a favorecer el intercambio energético natural, tratar de evitar calzado de suela aislante, en lo posible y acorde a la época del año.

Debemos respetar nuestro estado de salud individual realizando una consulta a un profesional idóneo, antes de incluir cualquier terapia por natural que parezca, así vamos a sumar hacia nuestra salud siempre.

lunes, 11 de febrero de 2013

El Amor



El amor;  Es la relación interpersonal y la experiencia de intercambio social de una o más emociones positivas.

En el amor hay una inversión en el bienestar de nuestro compañero, hay una sintonía y solidaridad con el otro, una especial sincronización.

Con el tiempo cada vez más nos conectamos con el otro y también vamos incluyendo lazos sociales a esta pareja, salidas con amigos de ambas partes.

Al igual que el resto de las emociones positivas, el amor puede ser fugaz, aunque es más intenso ya que es algo compartido por otro cerebro, por otro cuerpo, por otra alma.

Debemos tener en cuenta que el amor no es un sentimiento incondicional, ya que ciertas condiciones son necesarias para llegar a un estado de sincronización verdadera.

El amor es más que un lazo, es un recurso duradero ya que podemos compartir experiencias positivas y alcanzar un compromiso perdurable.

El amor no puede ser forzado, debe ser algo natural que ambos disfruten.

¿Cómo podemos sacarle más provecho al amor?

Buscar momentos con la pareja para poder compartir intereses, ya sea leer un libro o revista juntos, compartir una película y comentarla, buscar noticias y luego hablar sobre ellas.

También se pueden realizar otras actividades, como disciplinas deportivas juntos, bailar, asistir a un club. El humor es un componente vital, permitirse jugar, reír, hacerse chistes.

Ser agradecido con la pareja y el aporte que ella brinda a tu vida, compartir metas, esperanza y sobre todo reforzar el optimismo.

Compartir  alegrías, esos momentos vitales importantes como el casamiento de un amigo querido o un familiar.

El compartir recuerdos es una hermosa escapada juntos, concentrarse en los recuerdos positivos, cómo se conocieron, cuál fue su anécdota más graciosa, algún viaje interesante que realizaron juntos.

Jamás perder la admiración y el respeto por el otro, son componentes sumamente importantes para mantener viva y alegre la pareja.

Las relaciones amorosas tienen que hacernos sentir felices, tienen que ser nuestro refugio, nadie pide perfección, pero si honestidad, respeto y cariño. Brindar todo esto, esperar todo esto y simplemente disfrutar de ese hermoso lazo que seamos capaces de construir juntos.

Dar amor nunca nos empobrece, sólo nos enriquece.

Debemos aprender a amarnos y amar a otros sin dependencias toxicas y sin paradigmas que nos asfixien; a experimentar el verdadero amor, aquel que nos hace libres, y que surge del encuentro de dos enteros y no de la creencia o búsqueda de unión de dos mitades.

Amor es nunca tener que pedir perdón.

viernes, 8 de febrero de 2013

Psicosis – Neurosis



Sus diferencias:
La psicología forma parte cada vez más de nuestra vida cotidiana. Es frecuente recibir información en los medios de comunicación sobre psicosis, alucinaciones, delirios, neurosis, fobias, miedos, ataques de pánico, psicópatas, depresión, ansiedad, hiperactividad, déficit de atención, psicólogo, psiquiatra, neuropsicólogo, logopeda, anorexia, bulimia, trastorno de personalidad, estrés postraumático.

En ocasiones estos términos tienen un significado bien definido para los profesionales dedicados a la salud mental, pero fuera de éste entorno no siempre es así.

Psicosis y neurosis son dos términos que, en psicología, están íntimamente relacionados, por lo que no es extraño que tendamos a confundirlos. Sin embargo, la realidad es que se refieren a trastornos muy distintos, sobre todo en lo que atañe a su gravedad.

Las psicosis designan un grupo de enfermedades que implican la pérdida de la noción de la realidad, haciendo que la persona la reinterprete por completo, principalmente debido al hecho de que no cuenta con mecanismos suficientes para soportarla y hacerle frente. Entre estas enfermedades tenemos la esquizofrenia o el trastorno delirante crónico. En este tipo de dolencias el enfermo no es consciente de que padece una enfermedad, y vive su reinterpretación como si fuera la realidad.

Por ello es muy habitual que estas personas se crean con una misión especial que los demás no comprenden o que se convenzan de que existen confabulaciones contra ellos (sensación de que hay alguien que controla su pensamiento)

En las neurosis, por el contrario, el paciente sí es consciente de que padece una enfermedad y sufre por ello. La neurosis es realmente una búsqueda de adaptarse y soportar una realidad que, de otra forma, no podría ser asimilada por el sujeto. De ahí vienen algunos comportamientos que, aunque incomprensibles para quienes no padecen dichos trastornos, como ocurre en los enfermos con trastorno obsesivo compulsivo, para ellos es una conducta que tiene una finalidad muy obvia, consistente en eliminar la angustia que sienten ante situaciones que no pueden dominar.

Otra diferencia esencial entre ambos trastornos es el hecho de que la neurosis, aunque nos puede impedir realizar actividades determinadas, no afecta en gran medida con las actividades de la persona, mientras que en el caso de las psicosis al sujeto le imposible llevar una vida normal.

De forma esquemática podemos decir que alguien sufre un trastorno de tipo psicótico cuando tiene ideas delirantes o alucinaciones, sin conciencia de que sean debidas a ninguna patología o anormalidad. Ésta definición nos introduce otros dos términos bastante comunes en el lenguaje coloquial: la alucinación, es percibir con alguno de nuestros sentidos algo que no existe objetivamente para otros observadores: oír una voz de alguien que está hablando, ver cómo una estatua se está moviendo… Se entiende por idea delirante aquellas ideas que partiendo de un hecho cierto, la persona crea una interpretación de las causas o relaciones que tiene con otros hechos aparentemente aislados, haciendo que gran parte de su tiempo lo dedique a buscar nuevos datos. Normalmente todo tiene que ver con amenazas relativas a uno mismo. En función de la gravedad la persona duda en algún grado de la veracidad o no de los datos.

Es importante matizar que una alucinación no es oír un ruido que otros no han oído, o ver algo de forma fugaz y que otros no han lo hayan percibido, en este caso podemos hablar de sensaciones, de interpretaciones, etc. Normalmente en estos casos se produce angustia en la persona que lo ha vivido por el miedo a que sea algo malo, un síntoma de una enfermedad, no en sí por lo ocurrido. En el caso de la idea delirante, no hay que confundirlas con las ideas de tipo obsesivo.

Estas son interpretaciones que se hacen de la realidad con el fin de encontrar una certeza total ante algo que preocupa mucho, como por ejemplo ¿me está siendo infiel mi pareja?, ¿me quedaré sin trabajo?, ¿estaré siendo un pesado? Estas ideas hacen que se busque continuamente pruebas, datos de hasta qué punto algo es cierto.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Ansiedad y Angustia



El Miedo está más relacionado con los trastornos fóbicos, donde lo que se teme tiene que ver con algún objeto o situación  externa que, si no está presente en la vida de la persona, o puede ser evitado, no plantea problemas.

En la Angustia, el individuo tiene un temor más difuso, no está en relación con una situación o experiencia determinadas, siendo la sensación central la anticipación de una catástrofe futura inminente relacionada con problemas económicos, de salud, miedo a morir, a volverse loco, etc.

En cuanto a la distinción entre  Ansiedad y Angustia, que son expresiones equivalentes, tal vez podríamos decir que la Ansiedad está muy mediatizada por la aprehensión, la preocupación y la anticipación, y que la Angustia es más física, más drástica y aguda.

La Angustia es una reacción que pertenece a los seres humanos, que puede ser adaptativa, favorecedora del rendimiento y la motivación.
La angustia patológica, por otro lado, inhibe el rendimiento, es desproporcionada con respecto a los acontecimientos con los que está relacionada o, incluso, aparece como un estado de aprehensión y miedo en ausencia de circunstancias peligrosas.
Se ha estimado que un alto porcentaje de la población padece estados de ansiedad, afectando el doble al sexo femenino. Las razones de estas diferencias entre sexos aún no están claras.

Por definición, dos formas de estados de ansiedad o angustia pueden presentarse: una forma aguda, donde lo característico son ataques de pánico recurrentes e inexplicables;  una segunda forma, donde el estado de ansiedad es crónico y existe una preocupación excesiva sobre varios aspectos vitales.

En la ansiedad aguda (Trastorno por Angustia) lo definitorio son los ataques de pánico, consistentes en un inmenso sentimiento de aprehensión acompañado de desagradables y alarmantes sensaciones físicas, que suelen ser las siguientes: palpitaciones, disnea, mareo, ahogo, escalofríos, debilidad, cefalea, dolor de pecho, desmayo, temblor, sudor, miedo a morir, visión borrosa, diarrea, molestias abdominales.

La ansiedad crónica (Trastorno por Ansiedad Generalizada), supone un estado de tensión interna, crónico y persistente, donde una variedad de síntomas físicos está presente: cefalea, sensación de inestabilidad, visión borrosa, boca seca, sudor sobre todo en manos, pies y axilas; peso en el estómago, nauseas, palpitaciones, micción frecuente, hormigueo en las extremidades, dolores musculares, pesadez en piernas o brazos, fatiga, dificultad para conciliar el sueño, irritabilidad,  preocupación y aprehensión. En este caso, a diferencia de la persona que sufre ataques de pánico, existe una ansiedad constante y crónica y, aunque puede haber exacerbaciones, nunca con la agudeza e intensidad de los ataques de pánico.

La vulnerabilidad psicológica para padecer estados de ansiedad y angustia, la han centrado los psicólogos sobre los estilos de interpretación del mundo y de sí mismos que tienen estos pacientes, es decir, el estilo de pensamiento, la manera de contarse las dificultades ambientales y, por tanto, de reaccionar ante ellas. Los problemas de la vida diaria y el estrés serían factores precipitantes de respuestas exacerbadas y patológicas.

Desde un punto de vista psicológico, los pacientes con Ansiedad Generalizada suelen estar muy preocupados por la aceptación de los otros, la competencia, la responsabilidad y el control del ambiente y de sí mismos.

Por otra parte, los pacientes con Trastorno de Pánico suelen tener una historia previa de aprehensión y preocupación por los síntomas físicos, que les conducen a una interpretación catastrófica de las sensaciones corporales. El miedo al miedo definiría muy bien esta tendencia, donde emociones y sensaciones de distinta índole y procedencia acabarían siendo etiquetadas por el paciente como señales de desastre físico “me va dar un infarto“, o mental “me voy a volver loco“, que le introducen en un estado creciente, rápido y muy agudo de ansiedad que conformaría el ataque de pánico.

Existe cierto nivel de controversia en el mundo científico, pero parece que un estado previo de ansiedad generalizada podría conducir al Trastorno de Pánico, aunque habría otros pacientes que experimentarían el pánico sin causa identificable y partiendo de un estado previo de tranquilidad. Lo más frecuente es que el paciente aquejado de un estado de ansiedad posea variables personales y excesiva autodemanda, perfeccionamiento y control personal y ambiental.

Lo que es una realidad es que este trastorno puede dejar secuelas en el cuerpo, lo que hace que muchas veces sea necesario tratamiento farmacológico, de ahí que exista una especialidad de fármacos, los ansiolíticos.

Cambios en la alimentación, como eliminar el café, la azúcar, la sal, el alcohol, el tabaco, pueden ser de utilidad.

Posiblemente lo mas efectivo, y sobre todo, preventivo, es aprender a manejar las emociones, las sensaciones y los pensamientos.

Es ahí donde la ayuda de la terapia psicológica es importante.

La terapia Cognitivo-Conductual se ha mostrado como un método efectivo en los pacientes con estas dificultades y, en términos generales, se centra en las relaciones entre la forma de pensar y la angustia, la identificación de pensamientos de aprensión y catastrofismo, la modificación de esos pensamientos, ejercicios de enfrentamiento a situaciones evitadas, estrategias de distracción, técnicas de relajación y modificación del patrón respiratorio y afrontamiento más competente del las situaciones de estrés.

lunes, 4 de febrero de 2013

La irritabilidad en el hombre y los cambios de ánimo



Los cambios de ánimo en el hombre son uno de los síntomas principales de la andropausia. La irritabilidad como resultado del desequilibrio hormonal es una realidad, especialmente para los hombres entre los 40 y 60 años.

Síndrome de Irritabilidad Masculina
El síndrome del hombre irritable o el síndrome de irritabilidad masculina (IMS) es un término utilizado para describir los cambios de ánimo en el hombre. La irritabilidad en el a menudo es el resultado de altos niveles de cortisol y bajos niveles de testosterona. Algunos hombres responden con impulsividad mientras otros guardan estas emociones y se vuelven depresivos. Los comportamientos característicos del hombre con Síndrome de Irritabilidad Masculina incluyen:
Enojado
Sarcástico
Tenso
Discute constante
Frustrado
Exigente
Triste
Impaciente
Ansioso
Hostil
Nada cariñoso
Retraído
Defensivo
Insatisfecho
Aun cuando el síndrome de irritabilidad masculina es más común que aparezca debido a altos niveles de estrés y/o baja en la testosterona; los niveles altos de estrógeno pueden también ocasionar irritabilidad en el hombre. El principal origen de este desequilibrio es una disminución en los niveles de testosterona relacionados con la andropausia y el proceso de envejecimiento. Otros factores que pueden contribuir a los cambios de ánimo relacionados con la andropausia es el aumento de peso. Esto crea células de grasa que producen estrógeno a partir de la testosterona. Entre más niveles de estrógeno existan y menos niveles de testosterona, mayor será la posibilidad de que surja la irritabilidad en el hombre. Además, niveles altos de esta hormona del estrés, el cortisol, disminuyen los niveles de testosterona, con la misma probabilidad de provocar los cambios de ánimo en el hombre. Ciertos medicamentos también pueden ocasionar desequilibrio hormonal.

La solución: Tratamiento para el Síndrome de Irritabilidad Masculina
El hombre que experimenta el síndrome de irritabilidad masculina o síndrome de irritabilidad a menudo está en negación y culpa a todos excepto a sí mismo. Como hombre, es difícil reconocer y admitir que hay algo mal en uno, que algo ha cambiado, que los problemas hormonales son vistos a menudo como una cosa de la mujer. La verdad es que no está loco, algo está mal y algo puede hacerse para repararlo. La evaluación hormonal para el hombre es el primer paso para determinar sus niveles hormonales. La terapia de reemplazo hormonal bioidéntico integrado con un programa de nutrición y acondicionamiento físico específico ha sido la solución para muchos hombres.
        

domingo, 3 de febrero de 2013

Motivación y conflicto



 

Los tipos de motivación:

Motivaciones individuales: biológicas / psicológicas

Motivaciones grupales: compañeros / amigos / familiares

Motivaciones socio-culturales:situación social y económica, normas,  Costumbres y valores sociales.


La motivación y la conducta

La conducta no se origina por casualidad, existen motivos que la impulsan. Por eso es que, en psicología, se habla de causalidad. Estudiar la motivación es estudiar los “por qué”, los factores que originan e impulsan la conducta.


La variedad de motivos en la conducta

Una conducta obedece a una multiplicidad de motivos que se encuentran en un momento dado. El hombre está inserto en un grupo, inter-actúa con otros seres y a la vez pertenece a una sociedad y a una cultura. Todas estas motivaciones influyen sobre el individuo y a la vez estos motivos influyen entre sí, positiva o negativamente.

Aunque hay muchos factores que influyen en la motivación, ella es un proceso interno en el hombre.


Motivaciones conscientes e inconscientes

Las motivaciones pueden ser conscientes o inconscientes, según el grado de conocimiento que el sujeto tenga de ellas.

Es posible que una persona explique los motivos de su conducta mencionando algunos motivos o detalles. Esa persona puede desconocer los motivos más importantes.


Motivación y conflicto

Un conflicto es la resultante de la coexistencia de motivaciones contradictorias entre sí. Un conflicto es parte integrante de nuestra vida cotidiana que puede intensificarse, agravarse o causar conductas patológicas.

Los conflictos pueden estudiarse desde el punto de vista individual o grupal. Un buen estudio del conflicto debe abarcar los dos aspectos mencionados. Los conflictos son una de las fuentes más importantes de las motivaciones de la conducta.


Tipos de conflictos:

El psicólogo Kurt Lewin ha establecido tres tipos de conflictos.

Atracción / Atracción

Se origina cuado el sujeto está enfrentado a optar entre dos posibilidades igualmente atrayentes o que él desea. Pero que son incompatibles entre sí. Es el caso de un sujeto que tiene que elegir dos carreras que le interesan, por ejemplo.

Rechazo / Rechazo

Se da cuando el sujeto se encuentra obligado a escoger entre dos objetos o situaciones a las que él se opone con igual intensidad. Es el caso de alguien al que no le gusta ir a la escuela pero lo hace para evitar los reproches de sus padres.


Atracción / Rechazo

Los dos valores opuestos recaen sobre el mismo objeto o situación. Es el caso de un chico que quiere ir a una fiesta, piensa que allí va a encontrar la chica que le gusta, pero está cansado y no quiere hacer el esfuerzo de vestirse y movilizarse  hasta el lugar.


Frustración y conflicto

La frustración se origina cuando no se logra satisfacer las necesidades o no se alcanza el objetivo deseado. Puede darse como consecuencia de situaciones conflictivas y a la vez ser origen de nuevos conflictos.


Los obstáculos para lograr la meta deseada pueden ser externos o ambientales o internos o psicológicos, como imposibilidades del sujeto para alcanzarla.

Existen “frustraciones crónicas” a las que el sujeto se acostumbra sin que aparezca, por lo menos en forma manifiesta, ningún conflicto.


Las frustraciones y los conflictos se acompañan de estados de angustia que se expresan como una desorganización  de la conducta, cuya intensidad varía desde la depresión y la tristeza hasta el miedo o pánico.

Si bien el grado de tolerancia a las frustraciones es variable de individuo a individuo, la personalidad madura tiende a enfrentar las frustraciones sin una desorganización de su yo.

viernes, 1 de febrero de 2013

¿Cómo se desarrolla la empatia?



La empatía en los niños está predeterminada por los padres
Los pequeños son receptores activos de valores por imitación entre los tres y los ocho años de edad.
La empatía es la capacidad para poder percibir el propio estado emocional de otra persona, para ponerse en el lugar del otro y llegar a sentir lo que este sujeto esta sintiendo en momentos precisos.

Los niños aprenden por imitación y todo lo que los padres hacen durante la etapa de aprendizaje de los pequeños, es decir entre los tres y los ocho años es un punto clave para formar seres con un corazón sano lleno de amor por las personas que lo rodean sin importar el estrato donde se encuentren. Cabe aclarar que la formación de estos chicos debe ser abierta y aprender a respetar las opiniones que tienen frente a diferentes situaciones.

Tener empatía proporciona una gran riqueza tanto en conocimiento como en experiencia, al despertar la empatía se obtiene grandes cambios en cada uno pues hay comunicación y se actúa considerando a los demás.

Las personas empáticas están mejor adaptadas emocionalmente, tienen un mayor manejo de sus emociones, son mucho más populares, sensibles, sociables, se relacionan mejor sentimentalmente, son más comprensivas, generosas y mejores negociadoras. Esta característica es considerada una habilidad práctica de la inteligencia emocional, esto quiere decir que las emociones de los demás resuenan en nosotros, o sea, que podemos llegar a entender lo que sienten y por eso ellos perciben en nosotros un aliado, un apoyo, alguien que los comprende sin juzgarlos y es capaz de ver las cosas desde su punto de vista.

Como desarrollarla: Si ya se olvidó esta habilidad o no se tiene muy desarrollada, se debe comenzar por conocer y tener una autoestima sana, esta permitirá ponerse en lugar de las demás personas.

Dar tiempo para escuchar a los demás, que quieren, que temen, que les duele, que les hace felices, a que responden mejor, hablarles de situaciones similares, o momentos en los que sentimos lo mismo que ellos, porque sin comunicación, no hay empatía.

Tipos:
Cognitiva: comprende el estado interno de la otra persona.
Emocional: logra entender al otro poniéndose en su lugar.
Desinteresada: no busca beneficio propio.
Interesada: surge de la conveniencia social o terapéutica, (en el psicoanálisis, es indispensable para una alianza mental).